
¡Y llegó el momento de mandar a imprimir!
Durante el transcurso de los pasados retos he aprendido conceptos y consejos muy útiles sobre la producción gráfica. La verdad es que mi relación con ella ha sido muy superficial, puesto que la mayor parte de mi carrera la he desarrollado en televisión y publicidad, y el poco trabajo que he realizado impreso ha sido mediante impresión digital. Conocía un poco del mundo offset, pero… ¡qué mundo más grande!
En este cuarto y último reto, la cosa me ha ido más rodada, ya que afortunadamente los tres anteriores han servido para asentar bases sobre los diferentes tipos de impresión, centrándonos principalmente en el offset. He podido preparar correctamente imágenes para impresión, y aquí he de detenerme porque servidor conocía la direferencia entre CMYK y RGB; conocía también por qué unas imágenes estan a 24 bits y otras a 32 dependiendo del número de colores o si era un RGB con canal Alpha… Pero amigo, cuando de pronto vemos los perfiles de color, y nos enseñan que no es lo mismo un Coated FOGRA39 o US web Coated (el que viene por defecto), ahí me digo: ojo jOse que aquí hay mucho terreno que desconoces, así que presta atención.
Saber utilizar un pdf para ver si está listo para impresión; la ficha técnica: todo lo que hay que saber transmitir al impresor para que el producto sea correcto y no perder ni hacer perder dinero en tiradas con errores; la importancia de un seguro de Responsabilidad Civil Profesional para este tipo de situaciones (ojo Col·legi Oficial que te viene un nuevo socio en breve); la ética del diseñador a la hora de realizar un diseño honesto y legal… Me guardo, de verdad, todos estos conocimientos nuevos que he adquirido; nunca sabe uno cuando tendrá que hacer algo de impresión «de verdad», y el saber no ocupa así que todo lo que sea aprender es bienvenido ^_^
Durante este último reto, el diseño original de la postal ha ido variando. Decidí dejar más espacio para escribir y diferencia bien las líneas designadas al destinatario y remitente. Girar el sello a una posición horizontal me brindó también de un valioso espacio con el que jugar. Cambios sutíles que creo que han temrinado por mejorar el resultado final.
Otro de los hitos fue corregir la tensión tipográfica de mis textos, sobre todo en el formato del punto de libro que es tan vertical. En el ejemplo inicial, el texto era un Lorem ipsum, pero al final creo que he salvado bien el texto definitivo y sus proporciones son correctas. De hecho, en el punto de libro modifiqué el marco, que se me hacía muy tosco, sustituyéndolo por una línea gris más fina y redondeando dos de los cuatro ándulos para mantener el azul. Bajar el tamaño del cuerpo de letra tambén me permitó reorganizar la parte inferior donde reduje el tamaño del logo del ayuntamiento e incluí la web, eliminando las fechas que al final resultan reduntantes por estar en la cara frontal.
Finalmente, la prueba de impresión en una imprenta digital del barrio me sirvió para ver que todo está correcto. Todos los textos tenían legibilidad suficiente y las zonas seguras que designé fueron las óptimas para que, en caso de haber un desvío en las cuchillas de corte, no terminase resultando en una evidencia de error (como puede ser poner un marco de 3 mm a sangre y que al desviarse la cuchilla resultase un lateral de 2 mm y el contrario de 4 mm).
